Nació en Quetzaltenango el 16 de febrero de 1925. Sus padres administraban la abarrotería "La Sevillana", y vivieron junto al futuro autor en la calle del Calvario de Xela, y allí recibió una educación esmerada, estudiando en el Colegio Alemán de dicha ciudad guatemalteca; de niño deambulaba con su padre por las planicies de los llanos de Olintepeque, y jugaba a torero, bombero y cura. Se aprendió la misa en latín, por lo cual fue nombrado acólito del padre Samuel Franco, amigo de su familia.
Según José Enrique Asturias Rudeke -alumno y amigo personal de Severo desde 1958- un romance prohibido llevó a su madre doña Alicia al suicidio, "disparo que resonaría en la mente del niño por mucho tiempo".
Severo llegó a aprenderse la Biblia -casi de memoria- los escritos de Lutero, la vida de Jesús de Renán y de Guignebert. Los textos de los escolásticos y los racionalistas le influirían plenamente cuando adulto. Aprendió el idioma alemán y se apasionó por el montañismo.
Su padre, don Alfredo, era exigente a morir. Le demandaba los mejores resultados estudiantiles, pero desvalorizaba su capacidad. Eso lo obligó a abandonar sus estudios de bachillerato en el Central para Varones, así como a su familia.
Se trasladó a la Ciudad de Guatemala, donde para sostenerse, trabajó en el almacén "Kosak", frente a la iglesia El Carmen, en la 8a. avenida y 10a. calle zona 1, y como asistente contable del jefe de la bodega de Efraín Recinos Arriaza, cuyo hermano, Rafael, había trabajado en "La Sevillana".
Luego, contrae matrimonio con la quetzalteca Consuelo Pivaral en 1953. Su matrimonio dura poco y deja como fruto a su hijo Bernal Martínez Pivaral. Siete años después se casa con Beatriz Mazariegos.
Apenas salido de la adolescencia, "apoya la Revolución de Octubre de 1944, y cuando José Rolz Bennet decide fundar la Facultad de Humanidades, en la Universidad de San Carlos de Guatemala, se inscribe en la carrera de Filosofía", apunta Asturias Rudeke, y fue presidente de la asociación de estudiantes de dicha facultad.
La falta de título de bachiller le causa problemas. Cumple con sus estudios de Historia en la USAC, y en la división de Doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero sus méritos no son reconocidos, porque asiste como oyente. Finalmente, con la ayuda económica de su padre, logra terminar sus estudios de Historia.
Sin embargo, salió exiliado a raíz del derrocamiento de Jacobo Arbenz en 1954 con rumbo a México donde continuó sus estudios de doctorado en historia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); estando allá estudió con los historiadores mexicanos Silvio Zavala, León Portilla y Wenceslao Roces. Vuelve a Guatemala en 1957 para dedicarse a la docencia.
Martínez Peláez era un intelectual comprometido con el movimiento revolucionario: trabaja para el Partido Guatemalteco del Trabajo PGT desde 1958, mientras escribe un libro para el cual aún no tiene un nombre.
El decano de la Facultad de Ciencias Económicas, licenciado Rafael Piedrasanta Arandi y el rector magnífico de la universidad, doctor Edmundo Vásquez Martínez, dieron la anuencia para que la universidad le otorgara una beca para investigación en el Archivo General de Indias en Sevilla, España entre 1967 y 1969.
Los "Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana", de José Carlos Mariátegui, le sirven de base para lograr finalmente terminar la obra en la que trabajaba. Después de 15 años de investigaciones, más de mil 300 referencias documentales y cerca de 800 páginas, sale a la luz el 30 de septiembre de 1970. Y el nombre que finalmente eligió resonaría en los años por venir, alabada y criticada a la vez. Le llamaría "La Patria del Criollo".
flacso.edu.gt HISTORIA SIN MÁSCARA VIDA Y OBRA DE SEVERO MARTÍNEZ PELÁEZ ; Hemeroteca Prensa Libre. “Nace Severo Martínez Peláez” en 1925” Foto: 1941. Independiente e idealista: Severo a los dieciséis años de edad en la ciudad de Guatemala, cuando abandonó la casa de su padre para vivir una vida fuera de su dominio e imposición. Foto del libro Historia sin máscara, pág. 16.
Fuente: Facebook/Pueblo conoce tu historia.
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